domingo, 13 de marzo de 2016

Práctica 1

En mi día a día, uso las TIC como si mi vida dependiera de ello. No me considero una adicta, pero reconozco que el día que no tengo Internet ando muy perdida y desubicada. Me gusta estar informada de lo que sucede en el mundo y gracias a las TIC puedo recibir y compartir información.

Uso el correo electrónico (Gmail y Hotmail) a diario junto con aplicaciones para aprender idiomas (Duolingo, Lingua.ly) y leer la prensa. El tiempo que dedico a estas actividades suele ser de dos horas a lo largo del día.

También utilizo con muchísima frecuencia Microsoft Word, Powerpoint y Adobe Reader, alrededor de cuatro horas al día para realizar actividades de la universidad.

Facebook, LinkedIn, UACloud, Whatsapp y Dropbox los empleo una hora al día para hablar con amigos, mantenerme informada y descargar trabajos.

La Biblioteca Virtual Cervantes y el Diccionario de la RAE los utilizo media hora o una hora, según el día, para documentarme y resolver dudas lingüísticas.

Práctica 2


Leo para entender el mundo, leo por diversión y leo porque, gracias a las lecturas, puedo descubrir y saber cómo pensaban nuestros antepasados, y por ende entiendo lo que pasa en el mundo actual. Necesitaríamos muchas vidas para leer todo aquello que se escribió, y para descubrir todo aquello que fue destruido para que no nos llegara. Pero creo que cada uno de nosotros «tropezamos» con los libros que más andamos buscando en cada momento, y gracias a ellos, cambia nuestra forma de pensar y de ser. En mi caso, «tropecé» con tres libros en la adolescencia que nunca olvidaré y que me ayudaron a creer en el destino y a crecer como persona: El mundo de Sofía de Jostein Gaarder, Las lágrimas de Shiva de César Mallorquí y Las cosas que no nos dijimos de Marc Levy.
Durante la carrera, cambié mi enfoque a otro tipo de literatura y pensamiento, pues aunque sea de origen marroquí y en casa vivamos la cultura árabe, nunca llegué a saber nada sobre el mundo árabe hasta que comencé el grado en Estudios árabes e islámicos. Durante mis cuatro años de carrera descubrí a grandes autores de la literatura contemporánea árabe, como Tawfiq al-Hakim y Mahmud Darwich. Después de dos años en la carrera, aprendí a leer y entender el árabe, así que opté por leer mi primer poema en árabe, un poema del palestino Mahmud Darwich. Recuerdo perfectamente cómo se me puso la piel de gallina cuando supe el significado de aquellos versos y el gran mensaje de injusticia que se comete cobre el pueblo palestino y que él transmitía a través de sus versos, al igual que lo hizo Federico García Lorca.
Creo que todos hemos deseado alguna vez leer la mente de las personas, pero cada día tengo más claro que con la lectura, no sólo leemos la mente, sino que entendemos la personalidad del autor y su cultura al cien por cien. Y esto, para mí, es lo que hace que la lectura sea uno de los mayores descubrimientos después del descubrimiento del fuego.

Práctica 1 Uso de herramientas.

Uso de herramientas en mi práctica profesional y docente.
La herramienta que más suelo usar es Gmail, la uso a diario para contactar con mis clientes y alumnos. Word es otra herramienta que aprovecho en mi trabajo de traductor para traducir textos y artículos. También suelo usar a diario el Diccionario de Dudas de la RAE y Google Translator, la última no es realmente una herramienta de fiar pero a veces facilita el trabajo de traductor, siempre y cuando se revise muy bien lo traducido en ella.
Mi trabajo también consiste en la elaboración de cursos online de idiomas y para tales asignaturas como el ecoturismo o las energías renovables. Para su elaboración uso la plataforma Moodle. Para que los cursos sean más variados y divertidos los completo con vídeos cortos que suelo bajar de Youtube a través de la página Freemake Video Converter que facilita su conversión en archivos MP4 o MP3 si es el caso de un ejercicio con audio.


Cuando doy clases de idiomas comparto con mis alumnos los materiales o libros de alumno en archivos pdf a través de Google Docs o Share it. Muchas veces también trabajo con archivos en pdf y para su lectura suelo usar Adobe Reader.

Práctica 2: Autobiografía lectora


"Leo, como muchos, desde poco después de tener memoria. Aunque mi familia no ha sido dada a llenar estantes y estantes de libros y demás volúmenes (salvo alguna que otra enciclopedia que regalaban con algún colchón), mi afán por la lectura viene desde bien pequeño: Gloria Fuertes, Andersen, Calleja… 
De todos modos, en mi colegio tampoco insistieron mucho en que debíamos leer quitando, según recuerdo, esas tardes de “Biblioteca” que estaban en el horario y que al final se acaban convirtiendo en “no hemos terminado el temario de Conocimiento del medio y tenemos examen dentro de dos días”.
             Fue ya en la ESO cuando me interesé por el Medievo y una de mis profesoras me recomendó La catedral del mar de Ildefonso Falcones. Todavía me acuerdo del bolsón de monedas de euro que llevaba y que le solté al dependiente de la librería de turno para llevarme un ejemplar en tapa dura que me costó alrededor de 20 euros. Podría decir que a partir de ese momento fue cuando empezó mi andadura como lector más serio. 
Después de terminármelo y de comentarlo un día en clase con la profesora, siempre que preguntaban por quién leía de mi clase me señalaban, pues parecía que era toda una proeza haberse leído un libro de semejantes dimensiones. Mi afición por la lectura siguió su curso y mi madre se quejaba por el dineral que se gastaba (o me gastaba) en libros. Mi madre siempre insistían en que gastaba entre 10 y 20 euros y el libro me duraba tres tardes. Actualmente pasa lo mismo, afortunadamente, con mi hermana.
             Fue así como despertó mi interés por la literatura, mi gusto por la lengua y mis primeras divagaciones sobre qué quería estudiar. 
             En segundo de bachillerato tuve la asignatura de Literatura universal, que fue la que más me gustó de todas. No pude leer más libros porque el tiempo no me lo permitía, pero mi profesora siempre insistía en saber de qué iban las obras que mencionábamos y en leer pequeños fragmentos en clase.
A día de hoy, con un grado de filología terminado y con una hermana que ha escrito su primera novela con 15 años, puedo decir que jamás pensé que las letras iban a estar tan presentes en mi casa como a día de hoy.


             PD: Ahora las estanterías de mi casa se llenan con mis libros y con los de mi hermana".


Práctica 2: Autobiografía lectora

¿Desde cuándo me interesan las letras? Supongo que desde que alcancé a vislumbrar todo lo que se podía hacer con ellas. Enseguida me fascinó que un mensaje pudiera quedar ahí, capturado en el papel, atravesando las barreras del tiempo y del espacio, para ser leído por uno o por muchos, por todo aquel que quisiera atreverse a descifrarlo, así hubiera cambiado de parecer el dueño del mensaje o desaparecido de la faz de la Tierra. Su mensaje seguía vivo, y a mí me parecía cosa de magia… literalmente. De hecho, a los seis años había dos profesiones a las que aspiraba a dedicarme en un futuro: soñaba con ser maga, o escritora.

Así que, cuando apenas sabía escribir mi nombre porque mi mano era aún poco diestra, cogí la máquina de escribir de mi padre y comencé a inventar mis primeras historias, llenas de errores ortográficos fruto del desconocimiento y de que los dedos se me colaban entre unas teclas injustamente diseñadas para manos adultas. Leer vino casi de la mano, porque me gustaba perderme por mundos fantásticos y porque era consciente de que sólo se podía escribir un libro analizando del derecho y del revés cómo estaban hechos los libros de verdad. Leí mucho por aquella época, y especialmente historias como El pequeño vampiro o El hobbit marcaron mi infancia.

Durante la adolescencia, mientras seguía escribiendo, descubrí que había dos literaturas: la que a mí me gustaba, normalmente de aventuras, ciencia ficción o fantasía, con autores como Julio Verne o Eoin Colfer, y la que me obligaban a leer en el colegio, que no alcanzaba a entender porque había mil cosas que me pasaban desapercibidas o porque sencillamente no lograba identificarme con ella. A veces reconocía la belleza de una descripción, un poema o una metáfora, empleaba los recursos estilísticos conforme los estudiaba, pero el contenido seguía a años luz de mí.

Aunque reconocerlo puede reducir mi círculo de amigos, bachillerato despertó mi interés por la filosofía, y un libro que ha influido en mi perspectiva de la moralidad es Fundamentación de una metafísica de las costumbres, de Kant. 

Ya en la carrera conocí una literatura nueva, la literatura árabe, y me maravilló la profundidad que exhibían muchas obras. Desde poetas como Gibran, Adonis, Mahmud Darwish o Nazik al-Mala’ika a dramaturgos de la talla de Tawfiq al-Hakim, con su maravillosa Shehrezada: poema dramático en siete cuadros

Actualmente sólo leo en inglés porque necesito acreditar el idioma. He de reconocer que sigo leyendo fantasía, que es lo que escribo, pero tengo que matizar que nunca he entendido la fantasía como una «evasión de la realidad», como he escuchado decir a tantos profesores, sino como una poesía de la realidad.

Práctica 1: Listado de herramientas digitales

A continuación expongo una lista de las TIC que más empleo para los estudios y que más he usado durante las prácticas:

Herramienta
Tiempo
Uso
Las conozco desde…

10 min. al día
Contacto con profesores, amigos y compañeros
Hace unos 15 años
(en línea y app)

2 min. al día
Hace unos 3 años

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Correos de la universidad. Redirigidos a hotmail
Hace 5 años
WhatsApp


1 hora al día
Comunicación con amigos y compañeros.
Tenemos grupos de trabajo del máster y de las prácticas
Hace 1 año
(app)

10 min. al día
Copia y actualización automática de apuntes y trabajos del máster
Hace 1 año

Antes de la entrega de prácticas o trabajos, o para la elaboración de ejercicios

Investigación y búsqueda de información  para trabajos
Hace 5 años

Hace 5 años

Hace unos 10 años


Investigación y búsqueda de información  para trabajos. Durante las prácticas, búsqueda de textos literarios para crear ejercicios
Hace unos 5 años
DRAE (en línea y app)

Usos puntuales
Consulta de dudas ocasionales de ortografía o de precisión léxica
Hace unos 8 años


10 min. al día
Consulta de noticias relativas a la universidad, envío de tutorías y trabajos, descarga de materiales
Hace 5 años


5 min. al día
Consulta de noticias relativas a un curso de E/LE, envío de tutorías y trabajos, descarga de materiales
Hace 2 meses
(en línea y app)

Usos puntuales
Realización de un curso de corrección y estilo y otro de introducción a python
Hace 2 años

Usos puntuales
Diseño y mantenimiento de un blog del departamento durante el último año de carrera. Durante las prácticas, me sirvió para obtener información del departamento de castellano
Hace unos 2 años
Word

6 horas al día
Toma de apuntes y redacción de trabajos
Hace 15 años
PowerPoint

Usos puntuales
Creación de presentaciones
Hace unos 10 años

Hace 3 meses
Moon+ Reader Pro
(en tablet y e-reader)


30 min. al día
Lectura de obras literarias o científicas, artículos y apuntes. Subrayado y toma de notas. Es una de las pocas aplicaciones literarias que lee archivos EPUB en árabe
Hace 1 año

Práctica 2: Autobiografía lectora.

Mi aventura con la literatura empezó cuando tenía unos 12 o 13 años. Mi hermano es escritor y gracias a él empecé a interesarme por la literatura. Al principio no le resultaba fácil animarme a leer.  Michał, mi hermano, tenía que prometerme premios por leer cada capítulo de la enorme novela titulada “Lalka” del escritor polaco Bolesław Prus. Este gran libro narraba una historia de una aristócrata que había perdido casi toda su fortuna y se veía obligada a casarse con un empresario. La acción transcurría en la Varsovia del siglo XIX y el libro estaba repleto de detalles de todo tipo y abundaba en largas descripciones. Al principio aquellas largas descripciones me aburrían bastante, pero el premio que me prometía mi hermano no me dejaba desistir de leer y cada capítulo terminado me llenaba de alegría.
Luego empecé a darme cuenta de que no estaba leyendo para conseguir aquellas chuches o gominolas sino porque me interesaba lo que sucedía dentro del libro y quería seguir descubriendo las vicisitudes de la aristócrata sin dinero. Así que luego fue más fácil y mi hermano ya no tenía que prometerme nada para que leyera, yo mismo cogía libros de su librería y pasaba las tardes leyendo y luego le contaba lo que había leído durante largos paseos.
Siendo ya adolescente me interesé por el idioma español y su cultura y fue entonces cuando descubrí la literatura iberoamericana. Empecé a leer las novelas de García Márquez, Borges, Cortázar o Vargas Llosa. Los apreciados momentos de lectura eran como viajes, cada vez más lejos, desde Buenos Aires a Aracataca. Gracias a estos momentos inolvidables de lectura decidí adentrarme en el mundo de la lengua castellana y decidí estudiar la carrera de hispánicas.
Ahora estoy viviendo en España y el español se ha vuelto mi segundo idioma, gracias a ello puedo leer las novelas de mis autores favoritos en versión original. Cosa que me llena de felicidad.